Investigación

Nuestro trabajo se centra en el Valle Amblés y las sierras que lo circundan -Sierra de Ávila, Las Parameras y Serrota-. Podemos definir este territorio como paisajes culturales únicos que han vivido una transformación tranquila durante los últimos 4000 años. La especulación urbanística, las grandes infraestructuras o las altas densidades de población que han afectado a otras zonas de la Europa occidental, apenas han tenido impacto.

La escasa incidencia del hombre moderno nos ofrece un paisaje fosilizado lleno de cicatrices. Estas cicatrices son los sitios arqueológicos que nos permiten reconstruir la historia y las vicisitudes de las gentes que vivieron y viven en esta comarca. 

Aquellos que se asentaron en el castro de Los Castillejos –Sanchorreja- se dedicaban, básicamente, a las mismas tareas que un habitante de Hurtumpascual hace 30 años. La ganadería como actividad dominante, la agricultura, silvicultura y comercio –en menor medida- eran las labores fundamentales de los habitantes serranos. Unos habitantes cuya presencia podemos rastrear desde la prehistoria más antigua hasta nuestros días .

Al tiempo, entendemos necesaria la incorporación de nuevas voces para la construcción del relato. Esas voces son las del paisanaje, las de aquellos que le dan sentido. De este modo la participación es fundamental para este proyecto. A través de las huellas, de las voces, leyendas y materialidades buscamos la construcción de un relato multivocal y comprender la dinámica de este paisaje vivo y en constante construcción.  La propuesta que presentamos no compromete en modo alguno la naturaleza científica de nuestro trabajo. La investigación se fusiona con la sociedad y servirá para desafiar las desigualdades de los paradigmas históricos.

Queremos la implicación de la gente más allá del disfrute de las infraestructuras y los contenedores culturales. 

Entendemos que la finalidad de las ciencias humanas y sociales, al igual que otros tipos de ciencia –medicina, física, química…- debe ser la mejora de las condiciones de vida de la gente que habita en un territorio concreto. Creemos en una gestión de patrimonio histórico, etnográfico, geológico y natural como motor de dinamización y activo de primer orden que en conjunto con otros recursos del territorio den un impulso certero a la maltrecha economía de nuestras zonas rurales. Nuestro planteamiento propone las ciencias sociales como herramienta para la supervivencia de nuestros paisajes culturales. Unos paisajes fundamentados en los paisanos que le dan sentido, que interpretan, protegen y sienten el territorio.

Para la comprensión del paisaje hemos arrancado varias líneas de investigación. La propia implicación ciudadana y los mecanismos para conseguir una mayor participación es una de ellas. Los procesos de trabajo, registro, comunicación..., se están registrando y georreferenciando. 

Por otro lado, la evolución histórica del paisaje la tratamos desde los tiempos en que los primeros hombres pisaron el territorio hasta la materialidad del pasado reciente. Sirvan como ejemplo las prospecciones para encontrar las huellas de "aquellos hombres que caminaban entre elefantes" como hito más remoto y la materialidad de la memoria reciente del paisaje con las excavaciones del Humilladero de San Juan del Olmo. 

Además, en estos momentos estamos trabajando en la necrópolis altomedieval de La Coba para alumbrar la "época oscura". Un período rico en sitios y pero poco conocido aun siendo clave para la configuración a la postre de entramado aldeano medieval. 

Seguimos trabajando.