
Edad Moderna
Monasterio de Nuestra Señora del Risco. Amavida
Fue levantado por Fray Francisco de la Parra en 1504 bajo la advocación de la Virgen de las Angustias, a la que tituló como Nuestra Señora de El Risco. En 1530 se instaló la orden religiosa de los agustinos.
Cuenta la leyenda que en el siglo XIV un pastor buscando una cabra de su rebaño, terminó por casualidad en una pequeña gruta creada tras un desprendimiento de rocas. En ella se encontró con la imagen de la Virgen del Risco.
En la parte alta de la Sierra de Ávila, por encima de Amavida, se encuentra el Monasterio de Nuestra Señora de El Risco, levantado por Fray Francisco de la Parra en 1504, bajo la advocación de la Virgen de las Angustias y al que tituló como Nuestra Señora de El Risco. Años después -1530- se instaló la orden religiosa de los agustinos.
Constituyó un importante centro monástico receptor de riqueza que por su desarrollo económico tuvo una decisiva influencia en el territorio.
El monasterio tenía iglesia, claustro, residencia para los monjes, terrazas para el cultivo, hospedería para peregrinos, establos, almacenes y una red de abastecimiento de agua y caminos de acceso. Del complejo muy deteriorado por el abandono, sólo restan en pie su torre, algunos muros y arcadas
Al inicio del siglo XVII, la cabaña ganadera propiedad del convento del Risco era relativamente importante, llegando a tener más de 5.000 ovejas que trashumaban hasta las dehesas de Extremadura. También lo eran sus actividades financieras abarcaban la agricultural e industria.
Están documentadas sus posesiones a partir del siglo XVII, con propiedades agrícolas y ganaderas así como sus relaciones y pleitos con diferentes monasterios, con el Real Concejo de la Mesta, con los Duques de Alba. Felipe II, en 1585 le otorgó la exención de pagos de montazgo.
La iglesia fue renovada a finales del siglo XVII, y en 1776 se levantó su magnífica torre que a día de hoy puede verse íntegra.
Su decadencia comenzó en el siglo XIX. Fue lugar de reunión de las partidas de guerrilleros que se dedicaban a hostigar al ejército napoleónico por la zona durante la Guerra de la Independencia y sufrió los efectos de la ocupación francesa. A partir de entonces sólo quedaron algunos monjes y en el año 1835 se vio afectado por el decreto de exclaustración de conventos que no tuviesen un mínimo de doce religiosos.
Después sufriría los efectos de la desamortización y su deterioro con el tiempo. Tras la desamortización de Mendizábal, en 1.843 y 1.844, las fincas del monasterio son vendidas.
Cercano a las ruinas del convento existe un pequeño abrigo, una oquedad entre grandes rocas que da acceso a una plataforma sobre la que están grabados unos petroglifos. Hasta ahora no ha sido posible identificar la época ni el significado. El petroglifo está compuesto por dos círculos, separados por un triángulo.
- Visitarlo con gente que conozca la zona
- Buen calzado
- Agua
- Ropa de abrigo durante el invierno.













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