2021/01/25
Época Protohistórica
Ulaca
Poblado fortificado, con ocupación principal entre los siglos V-II a.n.e., erigido en el arranque
septentrional de la serranía rematada por el pico Zapatero.
Ciudad prerromana encuadrada en el mundo vettón. Ejemplo más expresivo de los desarrollos culturales indígenas en las postrimerías de la “edad del hierro”. La primera mención del sitio la recoge Enrique Ballesteros en su "Estudio Histórico de Ávila" en 1896. Poco después -1901-, Manuel Gómez Moreno lo describe en el "Catálogo Monumental de España, provincia de Ávila", según el cual, al lado de Villaviciosa, en el Cerro del Castillo, existen ruinas de población dadas a conocer por el Sr Ballesteros. Cimientos de murallas ciclópeas, cuyo perímetro acaso exceda las de Ávila, y dentro ruinas de pequeñas casas, y de otro lado un edificio más importante, hecho de sillería en un enorme peñasco situado hacia el centro. Grandes cantidades de fragmentos de vasijas parecidas a las de Cogotas. En aquellos contornos dan el nombre de Ulaca. En 1915 H. Breuil y R. Lantier documentan y describen científicamente el sitio, asimilando los materiales que localizaban con los encontrados por Cabré en Cogotas, llegando a la conclusión de que pertenecían a la misma cultura.
A pesar de los sondeos y exploraciones emprendidas a finales de los años cuarenta por A. Gutiérrez Palacios o la intervención de E. Pérez Herrero ya hacia 1970, será a partir de 1994 con el proyecto de prospección sistemática promovido por G. Ruiz Zapatero, y apoyado decisivamente por J. Collis, cuando este asentamiento desvele la singularidad de sus vestigios. Dentro de estos, destacan con personalidad propia los restos conocidos popularmente como “La Fragua”, “El Altar” y “El Torreón” que van a ser fiel reflejo, junto a más de dos centenares de edificaciones esbozadas por sus cimentaciones de piedra, de los primeros compases en la articulación urbana del hábitat como correlato a la lenta consolidación de élites gestoras de intercambios comerciales y de recursos naturales. Mientras el primer referente se interpreta como una sauna, donde tendrían lugar ceremonias de ingreso en cofradías guerreras u otro tipo de ritos iniciáticos, el segundo actuaría de santuario destinado a la celebración de ciertos eventos astronómicos, definiendo ambos elementos rupestres un espacio de ritualidad apartado de las agrupaciones residenciales, cuya gran variabilidad de plantas, por necesidades funcionales o diferencias de riqueza, también incide en la mencionada complejidad del poblado. Por su parte, la última estructura, el torreón, evidencia la ruina de sillares ciclópeos de una posible construcción pública sobre la que en los últimos años un equipo de la UCM liderado por Jesús R. Álvarez-Sanchís y Jesús Rodríguez están desarrollando excavaciones arqueológicas. Esta investigación parece evidenciar la relevancia de los manantiales para una economía eminentemente ganadera, al tiempo que podría estar orientada a ciertos fenómenos astronómicos, aún por definir.
El conjunto se complementa con algunas canteras donde aún es posible adivinar las antiguas labores para la extracción de piedra demandada por la arquitectura doméstica y la muralla. Esta tiene más de tres kilómetros de longitud y encierra unas 60 has., quedando extramuros posibles barriadas, dotándolo de cintos paralelos en sus accesos principales o subrayando la accidentada topografía -lo que le valdrá a este modelo de asentamiento el nombre latino de oppidum- .
Al hilo de su emplazamiento tan elevado, en busca también de un dominio visual del entorno, su localización ofrece una panorámica espectacular sobre todo el valle del Adaja, apreciándose su particular génesis como fosa tectónica. Del mismo modo, por su uso como dehesa, no será raro observar algún manso de serrana negra ibérica pastando entre los piornos y jabinos que cortejan a los afloramientos graníticos.
Los tramos de muralla inmediatos a las dos entradas septentrionales han sido consolidados con recrecimientos y existe un itinerario señalizado y jalonado con trece paneles actualizados que tratan todos los aspectos genéricos de los restos.
En 2004 se excavó un contexto cementerial en la fuente de Sabucedo integrado por incineraciones bajo encachados tumulares.
- En verano miércoles a las 18;00 y domingo a las 10:30 previa reserva.
- Reservas: mensaje Whatsapp 610148040
- Recomendamos buena condición física, calzado y ropa cómoda para travesía de montaña y agua.
contacto:
info@terralevisarqueologia.com